CALEIDOSCOPIO

¿Queréis dejar volar la imaginación con los más pequeños de la casa? Aquí os dejamos una idea para ello: un caleidoscopio hecho a mano.

Para ello sólo necesitamos:

Un tubo de papel de cocina

Papel de aluminio

Cartulina fina

Pequeños objetos de colores y transparentes (abalorios para hacer pulseras, papeles de caramelos…)

2 discos de plástico: uno transparente y uno mate (cualquier tapa)

1 disco de cartón

Pegamento

Celo

Tijeras

Disco de papel negro

Todo lo que quieras para decorar el caleidoscopio (papel para forrarlo, pintura…)

Cuando tengáis todo a vuestro alcance, ¡manos a la obra!

Recorta el papel de aluminio y la cartulina en 3 tiras de 4,3 cm de ancho y 21 cm de alto cada uno.

Pega el papel de aluminio en la cartulina, y une los lados para crear un triángulo (con el lado del papel de aluminio hacia dentro).

Introduce el triángulo en el tubo de papel de cocina.

Recorta dos discos de plástico de 5,3 cm de diámetro. Recuerda que uno tiene que ser transparente y otro mate.

En uno de los extremos del tubo coloca el disco transparente y fíjalo con celo.

Añade los abalorios sobre el disco transparente, sin llenarlo demasiado.

Coloca el disco mate encima de los abalorios y fíjalo bien con celo.

En el otro extremo de nuestro caleidoscopio, coloca un disco de cartón de 5,3 cm, con un pequeño círculo en el centro a modo de mirilla.

Por último decorad tu caleidoscopio a vuestro gusto.

¿Os atrevéis? Es una manualidad fácil con cosas que tenemos por casa y a los pequeños les encantará.